Recupera tu valor: Descubre por qué te están faltando el respeto
Como ilustradores, todos deseamos que se valore y respete nuestro trabajo y nuestra persona. Sin embargo, a veces nos encontramos con el desafío de no recibir el respeto que buscamos. En este artículo, exploraremos las razones por las cuales te están faltando el respeto y cómo puedes abordar estos problemas.
¿Te están faltando el respeto? Desafíos comunes en la ilustración
Hay algunos problemas básicos que todos conocemos. Por ejemplo, sabemos que si no dominamos bien nuestro trabajo, se notará a largo plazo, lo cual hará que los demás no confíen en nosotros y nos vean como novatos. También sabemos que si no tenemos proyectos finalizados o un buen portafolio que muestre nuestro talento, muchos pueden considerar que la ilustración es simplemente un pasatiempo o una actividad trivial. Es importante demostrarles el valor real que tiene.
Para lograr esto, es necesario establecer una comunicación más efectiva. Debemos comunicarnos de manera clara y respetuosa con aquellos que no comprenden o subestiman nuestro trabajo. Expresar nuestros puntos de vista y experiencias de manera asertiva puede ayudar a cambiar percepciones erróneas y fomentar un mayor respeto.
Estos aspectos son básicos y los enfrentamos casi de inmediato al adentrarnos en el mundo de la ilustración. Sin embargo, no son las únicas situaciones que nos exponen a la pérdida de respeto. Por eso, te contaré cinco situaciones que contribuyen a esta pérdida de respeto hacia nosotros y nuestro trabajo.
1. Permitir interrupciones sin establecer límites
Es común que permitamos que los demás nos interrumpan sin poner un límite. Esto puede llevar a que otros piensen que no somos capaces de valernos por nosotros mismos, lo que a su vez resulta en una falta de respeto hacia nuestra persona.
Recuerda la película «Al diablo con el diablo», donde el protagonista constantemente permitía que se burlaran de él y rogaba por la aprobación de los demás. A menudo, nos encontramos en situaciones similares, y las personas no respetan a aquellos que carecen de carácter y firmeza.
2: Interrumpir constantemente a los demás
La interrupción constante, incluso cuando no es realmente necesario, es una forma de mala educación que puede hacer que los demás te pierdan el respeto. Todos hemos experimentado la frustración de ser interrumpidos por alguien. Personalmente, tengo un familiar cercano que tiende a interrumpirme, y puedo asegurarte que resulta muy agotador escucharlo hablar sin parar. Esto me hace sentir ignorada, como si mi voz no importara.
¿Quieres que la gente te vea como alguien no deseado o que solo el sonido de tu voz les provoque dolor de cabeza? En lugar de alzar la voz por encima de los demás o interrumpir constantemente, es mejor estar dispuesto a escuchar, para responder luego.

3. Imponer tu opinión a los demás
Si intentas que todo el mundo alinee sus opiniones y creencias con las tuyas, podrían verte como prepotente y probablemente se alejarán de ti. Por ejemplo, yo soy cristiana y no me gusta mucho la idea de hacer ilustraciones con connotaciones contrarias a mi fe o que vayan en contra de mi conciencia. Desde este punto de vista, prefiero no tomar ciertos proyectos que no se alinean con mi visión.
Ahora supongamos que me llegara un proyecto completamente contrario a lo que creo, decido aceptarlo y luego no dejo de querer convencer a mi cliente de que debe cambiar lo que quiere hacer, de querer añadir cosas según mis gustos y preferencias, y demás.
Este cliente acabaría sintiéndose invadido; lo más probable es que ya no quisiera trabajar conmigo y acabaría hablando mal de mí en base a mi trato y falta de profesionalismo. Es difícil que los demás respeten a quien no respeta su derecho a pensar por sí mismos. Entonces, si un trabajo no se amolda a ti, es preferible que no lo tomes. Habrá más trabajos, no te preocupes.
4. Incumplir tus compromisos
La confiabilidad y el cumplimiento de las promesas son fundamentales para mantener el respeto de los demás. Si no cumples con lo que dices, tu palabra perderá valor. Evita comprometerte en proyectos que sabes que no podrás cumplir.
Por ejemplo, si alguien te contrata para hacer un retrato familiar de 20 personas en dos días, pero sabes que no tendrás tiempo suficiente, es mejor no aceptar el proyecto. No intentes prometer cosas que no puedes cumplir. Es mejor rechazar ciertos proyectos o proponer alternativas. Si el cliente está de acuerdo y realmente valora tu estilo, te contratará sin inconvenientes.
5. Evitar las metas inalcanzables
Si te pones metas imposibles y te jactas de lo que «vas a hacer» sin lograrlo, te arriesgas a ser percibido como alguien charlatán. Las personas dejarán de prestar atención a lo que dices, pensando que no cumplirás tus promesas nuevamente, lo que disminuirá gradualmente el respeto que te tienen.
Es tentador compartir tus ideas con entusiasmo, pero es mejor resistir esa emoción y esperar hasta que hayas avanzado significativamente en tus proyectos antes de hablar de ellos. Cumple tus promesas y luego compártelas. Si no cumples tus metas, nadie se dará cuenta porque no sabían que te habías propuesto hacer esas cosas en primer lugar.

¡Algo más que también es importante tener en cuenta!
En ocasiones, la falta de respeto puede estar relacionado con estereotipos y prejuicios arraigados en la sociedad. Algunas personas pueden considerar que la ilustración es un trabajo fácil, sin reconocer el tiempo, la dedicación y la experiencia que requiere. Además, también pueden existir estereotipos de género o de edad asociados con nuestra profesión.
Enfrentar estos estereotipos requiere paciencia y perseverancia, desafiando los prejuicios a través de nuestro trabajo y demostrando constantemente nuestra valía como ilustradores.
Ahora probablemente ya sabes por qué te están faltando el respeto
El respeto es algo que debemos ganarnos a través de nuestras acciones y comportamiento. Evitar las interrupciones, respetar las opiniones de los demás, cumplir con nuestras promesas y evitar las metas inalcanzables son pasos clave para mantener y fortalecer el respeto en nuestras vidas profesionales y personales como ilustradores. Recuerda que el respeto es mutuo y requiere un esfuerzo constante para mantenerlo.